Seguridad en las redes sociales

Esta es una cuestión actualmente en debate, pues la seguridad en Internet está comprometida en el marco de las redes sociales también, pero ello no sólo depende de los sistemas objetivos de protección, sino también de los hábitos informativos de los internautas, que pueden filtrar o poner al descubierto información sensible y convertirse en objeto de acoso virtual o de intentos de estafa o de seducción, principalmente los menores, por ello hay que cuidar especialmente la información que se suministra en estos espacios compartidos, pero tampoco hay que demonizarlas, pues son una realidad actual y natural que ofrece múltiples ventajas.

Unas mínimas reglas pueden evitar disgustos: usar contraseñas seguras (al menos de 8 dígitos, intercalando caracteres alfanuméricos); evitar usar la contraseña de siempre, que se usa ‘para todo’; no confundir la cantidad con la relevancia de los contactos: ser selectivos y procurar agregar sólo a conocidos o a contactos de los que por alguna vía se tenga referencia de ellos; leer cuidadosamente las políticas de privacidad y configurar el propio interfaz; declinar invitaciones de desconocidos; publicar únicamente contenidos que pudieran exponerse públicamente en cualquier foro o lugar sin sonrojo; cuidar el perfil público que se expone y considerar si todo, o una parte, debe de ser público; omitir direcciones personales y teléfonos de contacto; no instalar aplicaciones de terceros o recomendadas por éstos; no facilitar nunca la propia password ni tan siquiera a los administradores de la red. Naturalmente, mantener un comportamiento intachable y guardar la compostura y etiqueta propia de las relaciones entre internautas.